Es la formación de una cápsula alrededor de la prótesis o implante mamario. Es lo que habitualmente se conoce como encapsulamiento.

Hay que explicar que el cuerpo, ante cualquier objeto o materia no orgánica, reacciona intentando «encerrar» o aislar ese objeto no reconocido como propio. Esta reacción defensiva es un proceso natural que se da en el organismo no sólo con las prótesis de silicona, sino con cualquier objeto que se introduzca en el cuerpo. Es la comunmente llamada reacción a cuerpo extraño.

Estos cuerpos extraños pueden ser introducidos en el cuerpo involuntariamente, como es el caso de accidentes de tráfico o laborales. Hay ocasiones en los que queda algún cristal dentro.

Igual pasaría con un trozo de metralla o una bala en caso de que no esté incrustada en un órgano vital (que por supuesto habría que intervenir para sacarla).

Los cuerpos extraños también pueden ser introducidos voluntariamente como puede ser cualquier implante utilizado en cada una de las especialidades de Cirugía: Cardiaca (válvulas, marcapasos, by-pass) todos los utilizados en Cirugía Ortopédica o Traumatología, en Cirugía Maxilofacial, Cirugía Digestiva, etc. Por supuesto todos los de Cirugía Estética: implantes mamarios, mentón, pómulos, gemelos etc.

Por tanto, hay que hacer hincapié en que el encapsulamiento es un proceso absolutamente natural y positivo, es la formación de una cicatriz alrededor del objeto introducido, consiguiendo de esta forma el aislamiento del objeto introducido.

Ahora bien, cuando esa cicatriz es excesivamente dura, gruesa, hipertrófica e irregular comienza a apretar la prótesis y por tanto a cambiar la forma de la misma. Es aquí cuando decimos que hay una contractura capsular, porque es la propia cápsula la que oprime y aplasta la prótesis.

Por tanto resumimos, el problema no es la cápsula sino su calidad.

Hay distintos grados de contractura en función del tacto y forma, éstos fueron definidos por el Dr. Baker y sobre ellos escribiré proximamente.