Un estudio desarrollado en Australia ha demostrado que la miel procedente de la manuka, planta originaria de Nueva Zelanda y usada por los maoríes como parte de su medicina tradicional, es capaz, cuando se combina con antibióticos de evitar la proliferación de bacterias en las heridas. Actúa sobre mas de 80 tipos diferentes de bacterias incluso aquellas con altas resistencias a antibióticos. Para el uso de esta miel con fines médicos debe ser previamente esterilizada.
Este hallazgo es muy importante y debería utilizarse como primera línea de tratamiento conjuntamente con antibióticos. Dada la creciente resistencia a los antibióticos hay que pensar en otras alternativas.
Todos los tipos de miel son eficaces pero los ingredientes de la miel de manuka son especialmente poderosos.