Cuidado de herida quirúrgica

La herida quirúrgica es la que se hace cuando se cortan la piel y los tejidos blandos durante una operación, sea de Cirugía Plástica o cualquier otro tipo de cirugía. Vamos a dar una información básica y útil para su cuidado.

El proceso de cierre se acelera al poner suturas o grapas. Los bordes de la piel inician su cierre a las 24-48 horas de la operación.

Hay un proceso fisiológico dividido en varias fases que puede prolongarse hasta un año hasta conseguir el resultado definitivo. Las primeras fases abarcan las dos o tres primeras semanas y varían mucho según la persona o el tipo de intervención. Cada cuerpo en particular responde de forma diferente al cierre de la herida.

Puede que los primeros días se requiera el uso de un vendaje que cumple funciones de absorción inicial, para aplicar presión en la zona, disminuir el riesgo de infección o proteger la zona y las suturas del roce.

Las suturas, o puntos como se dice coloquialmente, pueden ser reabsorbibles o no reabsorbibles, según que requieran extraerse o se deshagan solas. La utilización de unos u otros depende del procedimiento en concreto. Cuando haya que retirarlos se hará entre 5-7 dias hasta los 14 dias posteriores a la cirugía, esto depende de factores como la zona del cuerpo donde esta la herida y del tipo de operación.

El cuidado de la herida en casa se hará siempre tal y como indique el cirujano. Es importante mantener las condiciones de asepsia, lavarse las manos al curar y no tocar la herida con los dedos. A veces se requiere continuar usando un pequeño vendaje que sirva como protección al roce.

Si los puntos son reabsorbibles puede haber fragmentos que sobresalen, en este caso, es mejor evitar el tirar de ellos y esperar hasta que caigan por si solos. También es normal que la herida y los puntos piquen, entra dentro de lo esperado en la cicatrización normal, pero si en algún momento hay excesivo dolor, enrojecimiento, supuración o mal olor es mejor consultar lo antes posible.

El tiempo aconsejado para ducharse depende de las instrucciones concretas que le hayan dado, normalmente es posible a las 24 48 horas, una ducha ligera, lavando la herida pero sin frotar. Secarse con golpes suaves de toalla o al aire. Evitar el usar maquillaje (en el caso de la cara) o cremas diferentes a las que le indique su cirujano.

Es muy importante una buena alimentación, rica en vitamina C y con adecuada hidratación, factores que ayudan en la buena cicatrización. Evitar siempre el alcohol y el tabaco. Tener además en cuenta que la historia clínica de cada paciente, en el caso de diabetes o sobrepeso, por ejemplo, pueden afectar en el cierre de las heridas.