1. Las páginas de internet pueden contener información médica tanto correcta como incorrecta. Puede ser un método útil para recabar información de manera orientativa pero al fnal será su propio médico quien sepa qué es lo más conveniente para usted.
  2. Hay que diferenciar entre aquella información que esta publicitando un producto o aquella que es meramente divulgativa y por lo tanto sin un interés comercial.
  3. Hay que acceder a aquellas páginas que nos proporcionan fiabilidad de sus contenidos, no se deje impresionar por las fotos o el diseño de entrada.
  4. El contenido debe ser riguroso, dar confianza y de calidad.
  5. Buscar síntomas en internet puede llevarnos a falsas conclusiones y a un estrés innecesario por hacer nosotros mismos un diagnóstico erróneo.
  6. Nunca puede ser sustituto de una consulta médica. Incluso aquello que a usted le puede parecer una simple duda puede precisar de la recogida de más información añadida y una exploración ya que en eso consiste un acto médico.
  7. Cada paciente “es un mundo” y no hay que aplicar siempre generalidades. Es, por tanto, el profesional la persona adecuada para resolverle las dudas. Lo que le va bien a unos pacientes puede no ser recomendable para otros.
  8. Hay consultas que son sencillamente inapropiadas de resolver a través de este medio. Los foros y las páginas web deben ser orientativas pero para actuar correctamente hay que preguntar al médico. Si todo fuera tan fácil de resolver on line los médicos no requerirían tanto tiempo y esfuerzo en su formación y carrera profesional.
  9. La privacidad debe ser respetada en todo momento.
  10. Hay que tener claro que las búsquedas en internet estan limitadas y que impiden la relación médico-paciente que tan beneficiosa es para cualquier proceso ya que establecen una confianza y apoyo que no tienen sustitución.