3 marzo, 2015

Lipoescultura vs. liposucción

Lipoescultura, técnica diferente a liposucción. Artículo del Dr. Óscar Villafañe en TopDoctors.

Liposucción y abdominoplastia

 

Dr Oscar Villafañe. Especialista en Cirugia Plastica, Reconstructiva y Estetica. Consultas en Pamplona, Sancho el Fuerte 57 y en San Sebastian-Donostia en Logik-Onkologikoa. Telefonos de contacto 948 258695 y 943 328157.

18 noviembre, 2014

Qué es la lipoescultura

1. ¿Qué es la lipoescultura?

Se trata de una técnica que aspira depósitos de grasa localizados entre la piel y el músculo de distintas zonas del cuerpo y los reinyecta donde se necesita para definir mejor los contornos corporales.

El procedimiento consiste en el uso de una cánula que se inserta a través de la piel mediante una pequeña incisión en la zona que se desea tratar y esta va eliminando la grasa localizada de la zona seleccionada.

La grasa extraída se decanta para purificarla antes de ser reinyectada.

2. ¿En qué se diferencia de la liposucción?

Ambos términos se utilizan comúnmente como sinónimos pero hay cierta diferencia. Cuando la grasa extraída no se reinyecta se habla entonces de liposucción. En esta se trata de extraer un mayor volumen de grasa con cánulas de mayor grosor mientras que en la lipoescultura se extraen depósitos de grasa más pequeños para reinyectar y las cánulas tienden a ser más finas.

3. ¿Qué tipos de lipoescultura podemos encontrar?

Lipoescultura tradicional con cirugía es la técnica más eficaz y en la que se obtienen los resultados más visibles y duraderos. Requiere anestesia local o sedación según la zona a intervenir pero se realiza de forma ambulatoria. Las incisiones son mínimas y el postoperatorio sencillo.

La lipoescultura sin cirugía se combina de otras técnicas como la cavitación o la radiofrecuencia, aunque tiene el inconveniente de que los objetivos no se cumplen como en la tradicional.

4. ¿Cuáles son los requisitos que hay que cumplir para someterse a ella?

No todos aquellos pacientes que solicitan información sobre este tipo de cirugía son candidatos a ella. No es una técnica para perder peso sino para remodelar el contorno corporal. Es fundamental que esta cirugía se realice en pacientes sanos que tengan expectativas realistas acerca de los resultados. Dichos pacientes deberían estar motivados a adoptar formas de vida más saludables, dietas equilibradas o ejercicio regular que influyan en que los resultados perduren a largo plazo

5. ¿Cuáles son sus riesgos o contraindicaciones?

No se debería realizar este tipo de cirugía en pacientes obesos o con patologías añadidas (cardiovascular, diabetes, etc), además es importante tener una piel elástica y sana para mejores resultados.

Existe además un límite en el volumen de grasa que se extrae en una única intervención (no más de dos litros).

 

Te recomendamos que visites nuestra página sobre lipoescultura para más información.

30 octubre, 2013

Los cirujanos plásticos defienden el uso de la liposucción pese al «boom» de nuevas técnicas para quitar grasa

29.10.13 | 14:10h. EUROPA PRESS | MADRID
La liposucción es la operación de cirugía estética más demandada por los españoles, con una media de 20.000 intervenciones al año según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que en el 35 aniversario de su invención defienden la superioridad de esta técnica frente al «boom» de otras técnicas alternativas de reducción de grasa.

Por tipologías, la liposucción abdominal es la más frecuente, con una quinta parte (20,3%) de las realizadas en nuestro país, seguida de la liposucción de flancos (14,8%), la de muslos (11,6%), la de trocánteres (las prominencias en la cabeza del fémur, con un 11,2%) y el resto (de rodillas, circunferencial, torácica, de piernas, cervical, etc.), con porcentajes inferiores al 10%.

Además, las liposucciones siguen siendo más frecuentes entre las mujeres (84,6% de las realizadas en España), si bien los hombres protagonizan ya el 15,4 por ciento de estas operaciones.

Esta técnica sigue siendo la única indicada para que las reducciones de grasa se ajusten a los objetivos estéticos perseguidos, recuerda la SECPRE, ya que permiten extraer el tejido adiposo o graso en la cantidad requerida para conseguirlos.
Además, no destruye los adipocitos (las célu-las de grasa), sino que los succiona sin eliminarlos durante una intervención quirúrgica, ayudada de anestesia local y suero.

Sin embargo, según confirman los más recientes estudios clínicos realizados por universidades europeas y norteamericanas, otras técnicas que se han ido desarrollando en estas tres décadas y media, como los ultrasonidos, la radiofrecuencia, la cavitación, la criolipolisis o el láser, sólo permiten reducciones pequeñas de tejido adiposo dado que son técnicas no invasivas, con lo que destruyen los adipocitos pero no los extraen.

2,5 LITROS DE GRASA EXTRAÍDA EN CADA OPERACIÓN

«En la liposucción es el objetivo estético que se quiere lograr el que marca la cantidad de grasa a reducir, sea pequeña, mediana o grande, siendo la media de grasa extraída en nuestro país de 2,5 litros por liposucción», según Miguel Chamosa, presidente de SECPRE.

En cuanto a la seguridad y las garantías para el paciente, al no existir aún en España una legislación reguladora de este tipo de intervenciones, las liposucciones deberían tener necesariamente un mayor control por su condición quirúrgica, por lo que la SECPRE pide a los pacientes que se aseguren siempre de que las intervenciones son realizadas por un cirujano plástico titulado en una clínica o un centro hospitalario con las instalaciones adecuadas.

Las técnicas no invasivas, en muchas ocasiones, no son aplicadas no ya por cirujanos plásticos sino ni siquiera por profesionales médicos, y quienes las realizan suelen aprovecharse también del vacío legal para practicar liposucciones.

En este sentido, el presidente de la SECPRE aconseja «huir» siempre de términos engañosos como lipoescultura, pues «únicamente se esculpe lo que es duro y no un tejido graso», o de otros que se prestan a confusión, como remodelación corporal.

9 noviembre, 2010

Diario de una liposucción (2ª parte)

Tal como acordamos, estaba pendiente de contaros la evolución de mi liposucción. Quiero aprovechar la ocasión para agradecer a todo el personal de la Clínica San Miguel su profesionalidad y lo amables que fueron conmigo en todo momento, sobre todo calmando mis nervios del principio.

Hace ya ocho meses desde que me la hice y la verdad, es que puedo ya ver el resultado, aunque el Dr. Villafañe me dice que se valora al año, yo ya veo que tengo menos volumen y una forma más bonita de la pierna.

Pero bueno, mejor voy a ir por partes para contar todo. Me quedé contando en el quirófano, cuando me pusieron los puntos. Después de eso me fuí a casa, porque como había sido con anestesia local, no tenía que hacer noche en la clínica. Me aconsejaron que llevara una toalla (para sentarme encima en el camino de vuelta a a casa) y menos mal que así lo hice, porque se suelta como para manchar la tapiceria del coche. La explicación de por qué se suelta este líquido (es una mezcla de suero y anestesia teñida de algo de sangre) es por el tipo de anestesia que se utiliza para esta operación, que es tumescente (líquida) para ir rompiendo las células grasas y que así, al estar licuadas, sea más fácil extraerlas por la cánula.

Cuando llegué a casa lo primero que hice fue tomar un analgésico para que conforme se fuese la anestesia no me doliese. Me recomendaron tomarlo en el momento en que me comenzase el dolor (si éste ya ha empezado es más difícil quitarlo) aunque la verdad es que yo lo tomé antes por si acaso, porque estaba un poco preocupada de que me doliese mucho y no pudiese quitar el dolor.

Como estaba muy cansada me quedé tumbada en el sofá viendo una peli hasta la noche, por supuesto con una toalla debajo porque seguía manchando, no mucho pero lo suficiente para manchar el sofá.

Me fuí a la cama tomando un Nolotil y dormí del tirón hasta las 6 de la mañana que me desperté para ir al baño, ya no manchaba nada y hacía 7 horas que no tomaba analgésico ninguno. No me dolía pero sí me molestaba, como no era dolor fuerte tuve la tentación de no tomar nada y ver qué tal, pero no me atreví y me tomé una pastilla. Volvía a dormir hasta las 10,00 horas. Ese fué el último analgésico del postoperatorio, ya no tomé nada más. La sensación que tenía era de tener entumecidas las piernas.

El segundo día, por fín me pude quitar la faja para darme una ducha y la verdad es que no lo tenía demasiado mal, me dí crema y me volví a colocar una faja limpia. Es conveniente tener una de repuesto porque el primer día se mancha mucho.

Por si os sirve de algo me operé en jueves, mi primera ducha fue a la mañana siguiente y el Lunes estaba trabajando. Mi primer día de trabajo no me fue nada mal, os informo que trabajo sentada aunque me muevo bastante. También tengo que confesar que en la primera semana se me fueron poniendo las piernas moradas, con un cardenal en toda la parte donde me había hecho la lipo.

Para mí esto fue lo peor, como tenía moratones, cada vez que me sentaba me molestaba mucho, una vez sentada estaba bien, era sólo el momento de sentarme o levantarme o cuando cambiaba de postura. Era como si me dieran un golpe en un cardenal, esa era la sensación, muy molesta pero soportable. El truco para que me molestase lo menos posible era levantarme y sentarme muy despacio.

Sobre el volumen, lo tenía más hinchado a la semana que el día de la operación. Cada día al salir de la ducha me daba crema para los moratones y me masajeaba bien toda la zona.

Fuí a unos masajes de drenaje linfático y al mes me quité definitivamente la faja, que por cierto es incomodísima. Ya se notaba el menor volumen, aunque el Dr. Villafañe decía que era pronto para valorar. Ya había bajado una talla y no se me veía esas cartucheras horrorosas que había tenido toda mi vida.

Los moratones fueron desapareciendo y el hinchazón bajando, no así la sensibilidad que tardé más tiempo en recuperar. Al tacto tenía por dentro las piernas más duras y masajeandolas yo misma ya la he ido recuperando.

Ahora puedo comprarme ropa y que me quede bien el tallaje, tanto de cintura como de piernas. Antes tenía que comprar una talla mayor de pantalón aunque me bailase la cintura. El resultado es asombroso, no sólo me he quitado las moyas, sino que todo el tipo se ve más armonioso y proporcionado con el resto del cuerpo.

De lo único que me arrepiento es de no habermelo hecho antes, llego a saber que todo iba a ser tan fácil y con tan buenos resultados y me hubiese ahorrado todos estos años de estar tan acomplejada, osea que a cualquiera que esté pensando en someterse a este tipo de intervención yo desde luego le animo a que lo haga y a que se quite los miedos que pueda tener.

He ido a revisión periódicamente con el Dr. Villafañe, ya no hace falta que vaya hasta que haga el año. Desde aquí doy las gracias a Oscar por su profesionalidad y calidad humana.

8 marzo, 2010

Diario de una liposucción

La liposucción es una de las intervenciones de estética más demandadas. Por esta razón, le he pedido a una de nuestras pacientes si podría ir escribiendo un pequeño diario, del dia a dia de su liposucción, cosa a la que ha accedido gustosamente.

Hemos hecho especial hincapié en subrayarle que fuese clara y sincera, sin omitir absolutamente nada, ni siquiera lo negativo que pudiera haberle pasado o la parte no tan positiva de la cirugía, como pueden ser las molestias del postoperatorio o cualquier otra cosa.

Así lo ha hecho y así lo copiamos aquí íntegramente, sin cambiar u omitir ninguna de sus partes. Nuestro objetivo es que todos los lectores-as de nuestro blog tengan información, de primerísima mano, de alguien que ha pasado por el mismo tipo de intervención que usted está planteándose hacerse.

Este es el testimonio de Mónica, 37 años, administrativa en una fábrica:

«Siempre he querido hacerme una lipo de las pistoleras porque tenía mucho complejo y la ropa no me quedaba bien. Estaba harta de tener que arreglar todo lo que me compraba, porque mi cuerpo no estaba bien proporcionado, de hecho, tenía dos tallas más de piernas que de cintura. Si me probaba unos pantalones que me quedasen bien de piernas, me bailaban de cintura y viceversa.

Tengo que decir que estoy en mi peso, no soy ni obesa ni excesivamente delgada, aunque me gustaría tener dos kilos menos. Después de haberle dado vueltas mucho tiempo (más de seis años) por fín me decidí a hacerme una liposucción. Desde luego fue una decisión muy meditada y me informé bien de distintos cirujanos. Me dieron muy buenas referencias del Dr. Villafañe y de otro cirujano pero me decidí por Oscar Villafañe por una amiga que se operó con él y se puso más pecho. Anulé la cita dos veces, porque conforme se acercaba la fecha me daba por un lado verguenza y por otro lado un no se qué…que no sé explicar…no era miedo pero sí una especie de respeto a que algo saliera mal.

En fín, que después de comerme mucho el coco, por fín, fuí a la consulta y la verdad es que salí encantada. Ni mucho menos el Dr. Villafañe me convenció ni me comió el coco. Yo creo que más bien fue todo lo contrario, no hacía mas que ponerme pegas y decirme todos los inconvenientes o posibles efectos secundarios. De hecho al principio hasta me chocó que fuera así, yo esperaba todo lo contrario, osea que fuese más comercial y que me dijese que iba a quedar fenomenal y supertipazo y todas esas cosas que queremos oir. La verdad es que fuese así de franco respecto a mis espectativas, me gustó. Me pareció muy honrado y profesional.

Tuve que ir varios días a la consulta, a hacerme fotos, a firmar el consentimiento y a resolver dudas. El Dr. Villafañe me insistió en la importancia de ir varias veces a la consulta, antes de la intervención para resolver dudas y que así fuese muy tranquila a la clínica. Me dió mucha tranquilidad tener toda esa información antes de ir a la operación. También te da información escrita, tanto de la cirugía a la que vas a someterte como de los cuidados antes y después. Eso me sirvió, porque con los nervios se te puede olvidar algo y tenerlo escrito te ayuda a poder consultarlo cuando necesites.

Llegó el día y como era poca superficie, iba a ser con anestesia local. Me puse en casa una crema anestésica y me envolví las cartucheras con plástico para no manchar la ropa. LLegué a la clínica, me pasé por admisión tal como me dijeron que hiciera. El Dr. Villafañe me pintó las zonas de las que me iba a extraer la grasa y me tumbé. Me dió mucha tranquilidad ver que el quirófano estaba atendido por tanta gente, estaba una enfermera, una auxiliar y el cirujano. Aunque me anestesió el Dr. Villafañe, también estaba por allí un anestesista por si necesitábamos algo.

El Dr. Villafañe me puso una inyección de anestesia local en el sitio exacto por donde iba a meter la cánula. Para quien no lo sepa: la cánula es una especie de varilla metálica muy fina con agujeros en el extremo superior. Esta varilla va enroscada a una jeringa grande que es donde iba a ir la grasa extraída. Por lo que me explicó el cirujano a él le gusta hacer la lipo con jeringa y no con liposuctor, ya que así tiene más control sobre cada zona y la grasa que va extrayendo. Según él es una técnica más precisa y esta es la mejor forma de hacer una verdadera lipoescultura.

Como me había puesto crema anestésica no note el pinchazo, sólo un leve escozor. Acto seguido pasó a anestesiarme la zona que me iba a extraer. Se hace metiendo un líquido frío con anestesia local a través de una cánula, que al pasar por la grasa la va rompiendo, es como si la fuera desmenuzando en pedazos más pequeños para que pueda pasar por la cánula que tiene un diámetro muy pequeño.

No fue en absoluto doloroso, pero sí que fue muy molesto, notas todos los movimientos dentro, pero sin dolor. Es como cuando en el dentista notas que te están tocando pero no te duele. Si lo tuviera que definir diría que es molesto o desagradable pero no doloroso. Aunque también es verdad, según me comentó Oscar, que hay gente que le duele mucho más que a mí, que no a todo el mundo le duele por igual, . Me imagino que es como todo, hay gente con más resistencia al dolor y otra con menos.

Estuve charlando muy tranquila, tanto antes de entrar como mientras me lo hacía. Aunque probablemente el peor momento fue justo antes de entrar por que estaba más nerviosa, luego me fui tranquilizando más.

El Dr. Villafañe con movimientos hacia arriba y abajo, derecha e izquierda fue extrayendo grasa y la enfermera iba anotando qué cantidad de cada lado, para así sacar igual de los dos lados.

Fué todo muy rápido, mucho más rápido de lo que había imaginado. Después me dió un punto pequeño en cada lado. Así fué mi liposucción. Nunca había imaginado que fuese así.

Hasta aquí, os he resumido lo que fue mi operación, aunque creo que lo más interesante es lo que viene después, como fue desarrollándose el postoperatorio y la evolución de mis cartucheras.


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