Oir decir  “no” es algo que no nos gusta habitualmente pero cuando se trata de que un especialista te recomiende no realizar un tratamiento o intervención hay que escuchar y recapacitar.

 

Cualquier profesional de la salud esta comprometido eticamente a actuar en el mejor interés de los pacientes. No siempre hay correlación entre lo que uno desea y lo que es apropiado hacer y puede generarse conflicto.

 

Convertirse en  Especialista en Cirugía Plastica, Reparadora y Estética conlleva años de enorme exigencia académica, formación y experiencia en el trato con pacientes de manera que siempre hay que dar credibilidad a lo que se aconseja. Un paciente puede pensar exclusivamente en su problema y en como darle solución pero el cirujano esta yendo más allá al sopesar otros factores que contribuyen como el historial clínico del paciente o la baja garantia de obtener un resultado suficientemente aceptable.

 

Algunos ejemplos de este tipo de situaciones son:

  • Cuando un paciente desea un tamaño de implante mamario mayor que el que sería apropiado para su biotipo.
  • Un paciente menor solicitando una intervención no apropiada para su edad o sin el consentimiento parental.
  • Subestimar los riesgos de un lifting facial y no considerar que muchos signos de envejecimiento pueden mejorar con rellenos faciales o con toxina botulínica.
  • No tener expectativas realistas acerca de en que consiste la intervención o sus resultados.
  • Pacientes no adecuados para ciertas cirugías por sus antecedentes médicos.
  • Problemas psicológicos que conlleven una falta de autoestima o percepción alterada de su cuerpo (sindrome dismórfico, trastornos de la conducta alimentaria, etc)
  • Un tipo de pacientes que a pesar de resultados más que aceptables en cirugías previas, no terminan de estar satisfechos y continúan consultando el mismo problema a diferentes especialistas.
  • Información errónea o no del todo veraz obtenida en internet que no se corresponde a la evidencia científica o a la experiencia del profesional.

 

Los anteriores son varios ejemplos aunque se podrían mencionar muchas más situaciones en las que se plantea el conflicto entre un paciente que desea una intervención y un especialista que considera que no es apropiado por lo que un “no” tambien es una indicación.