Los microrreimplantes de dedo, cuanto más distales son más difíciles, pero el resultado es mucho mejor.
Hemos realizado un microreimplante de dedo índice a un trabajador de 30 años que sufrió un accidente laboral. Como consecuencia de éste tuvo amputación completa de parte de la falange distal del dedo índice.
Probablemente un microreimplante tan distal no se haya realizado nunca en la historia de navarra, ya que a ese nivel los vasos para anastomosar (unir) son muy pequeños.
Las arterias de los dedos van por la parte de la palma (volar) y las venas van por la parte dorsal.
En este paciente, cuyo corte no fue muy limpio ya que fue por caída de varios miles de kilos de peso, tenia además la dificultad técnica, que al ser a nivel de donde nace la uña, no tenia venas en la zona dorsal y hubo que buscar con el microscopio al máximo aumento una vena diminuta también de la cara volar del dedo.
La amputación fue a nivel de media falange distal y a nivel de donde empieza la uña.
El resultado funcional ha sido muy bueno, ya que la amputación fue más distal a la articulación y distal a la inserción del tendón flexor.
Aunque la parte amputada es muy pequeña,1,5 cm. si el microreimplante no hubiera ido bien hubiera hecho falta recortar toda la falange distal para cerrar la herida, con lo que hubiera perdido fuerza (perdida tendón flexor profundo) y quedaría un resultado antiestético, debido a un dedo corto y sin uña.
En este tipo de microreimplantes distales, la dificultad técnica es extrema y requiere ser realizada por expertos en microcirugía, pero creemos que hay que intentarlo, ya que si van bien el resultado es muy bueno y se recupera la funcionalidad del dedo casi en su totalidad.
31 julio, 2018 a las 21:26
Hola. Yo tuve un accidente en Marzo de 2009 en el que me amputé completamente el dedo índice de mi mano derecha. Con el miedo fui al hospital (de Tudela) y el dedo se quedó en el lugar del accidente. Ya me habían curado y en principio así se iba a quedar mi mano (sin dedo) cuando apareció en el hospital un compañero que había recogido el dedo. Lo metieron en una Nevera Portátil y me enviaron a Pamplona a la Clínica San Miguel, me dijeron que iban a intentar el implante. Llegué y el doctor Óscar Villafañe me lo implantó. En unos meses ya podía escribir y en menos de un año ya podía trabajar normalmente con toda la fuerza de mi mano. En el ordenador escribo perfectamente con los 10 dedos, el implantado toca sus teclas igual que el resto. Hoy todas las y h n u j m de este artículo las he escrito con ese dedo. Un orgullo haber caído en manos de Óscar Villafañe, un excelente doctor y mejor persona. Mi más sincera felicitación y un abrazo enorme!!!
8 agosto, 2018 a las 17:18
Muchísimas gracias por su comentario. Nuestro mayor objetivo es trabajar bien para la satisfacción de nuestros pacientes y en algo tan complicado como la cirugía de mano aún más ya que de ello depende muchos otros factores del paciente como su capacidad de realizar labores de la vida diaria o su retorno a la vida laboral. Un fuerte saludo.