Hay numerosas formas de nombrar los pezones umbilicados: pezón plano, hundido, retraído, invertido o pezón inverso. Todas ellas se refieren al pezón que no es capaz de mantenerse hacia fuera.
Los pezones invertidos o pezones umbilicados son más habituales de lo que las mujeres creen. De hecho, se calcula que se suele dar entre un 5 y un 10 por ciento de las mujeres.
Para las que no quieren someterse a una intervención quirúrgica, para sacar el pezón hay distintas técnicas de exteriorizarlos: con masajes manuales o incluso con algón dispositivo que actúa como succionador, estimulando asíel pezón para conseguir su extracción o erección.
Dependiendo del grado de retracción fibrosa que se tenga, estas técnicas conseguirán sacar el pezón en su totalidad o sólo parcialmente, aunque en la mayoría de las veces el resultado no es definitivo.
En caso de que se haga la intervención quirúrgicamente, ésta se hace de forma ambulatoria, con anestesia local y sin ingreso en clínica.
Se aplica localmente anestesia en la zona y se hace una pequeña incisión justo debajo del pezón, dónde debería comenzar a sobresalir la base del pezón. Una vez que no hay sensibilidad en la zona se procede a seccionar las fibras que tiran del pezón hacia dentro, produciéndose asíla liberación del mismo.
Posteriormente, se procede a dar unos puntos de sutura con un hilo muy fino para no dejar marcas.
A la semana se retiran los puntos de sutura del pezón, quedando una cicatriz prácticamente inapreciable, ya que quedará justo en el pequeño pliegue del nacimiento del pezón.
El postoperatorio es muy bueno, se reduce únicamente a manchar un poco las horas posteriores, pudiendo volver a la actividad diaria ese mismo día, aunque se recomienda no coger peso el primer día.
En esta intervención los resultados son permanentes.